El príncipe Harry visitó el Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica, donde pudo interactuar con animales rescatados de la cacería ilegal; entre ellos rinocerontes a los que les arrancaron su cuerno o elefantes perseguidos por el marfil de sus colmillos.
Las fotografías y videos personales se compartieron en la cuenta oficial de Twitter e Instagram de la corona inglesa.