Una niña rusa estuvo jugando con el apoyabrazos, mientras su tía hablaba por teléfono, distraída, en un centro comercial de Rusia. La mujer logró tomarla de la mano, pero no aguantó y la soltó.
Una niña rusa estuvo jugando con el apoyabrazos, mientras su tía hablaba por teléfono, distraída, en un centro comercial de Rusia. La mujer logró tomarla de la mano, pero no aguantó y la soltó.