Las protestas pacíficas contra la toma de protesta de Donald Trump como el presidente número 45 de Estados Unidos se tornaron violentas en el centro de Washington, D.C.
La policía persiguió a un grupo de unos 100 manifestantes que destrozaron las ventanas de empresas del centro de Washington.
El equipo antimotines usó aerosol de pimienta y eventualmente acordonó a los manifestantes que gritaban Manos arriba, no disparen al tiempo que un helicóptero sobrevolaba el lugar.