Una mujer encontró una perra galga cerca de un supermercado en Vera, Almería, España. El animal se encontraba herida de la pierna derecha, así que fue llevada a una veterinaria. Fue ahí donde la doctora Ellen Sobry se percató que la perra producía leche, indicio de que necesitaba alimentar a sus crías.
Tras curar a la perra y vendar su pata herida, regresaron al supermercado y dejaron que la perra fuera a la dirección que quisiera, manteniéndola amarrada a un collar para poder seguirla.
La perra fijó un rumbo y caminó al menos tres kilómetros de distancia a pesar de tener la pata herida. La perra comenzó a alterarse cuando llegó a un vehículo abandonado, donde había dejado a sus cachorros.