Dos papas que cambiaron el curso de la Iglesia, Juan Pablo II y Juan XXIII, fueron canonizados el domingo por Francisco en una ceremonia que fue un ejercicio de equilibrio para unir las alas conservadora y progresista. Francisco invitó a Benedicto XVI a sumársele en el altar, la primera vez que un papa en funciones y uno retirado celebran misa juntos en público.