Cientos de cubanos hacían cola en La Habana y en otras ciudades cubanas el 4 de junio, para entrar a los 118 cibercafés que el gobierno ha abierto.
Estos centros de conexión colectiva son más baratos que los puntos de conexión en hoteles, cuyas tarjetas para una o dos horas cuestan diez dólares, más o menos lo que gana un cubano al mes.