Gregorio Leon, es el dueño de un restaurante quien solicitó a James Metts, el exjefe de policía del condado de Lexington, que encontrara la manera de evitar que se les realizaran revisiones de inmigración a sus empleados que estaban ilegalmente en el país.
Gregorio Leon realizó los trámites para cambiar su declaración en la corte federal y declararse culpable de contratar migrantes ilegales, por lo que deberá pagar una multa de 180,000 dólares.
Gregorio Leon se declaró culpable ante una corte estatal de pagarle a un funcionario público para recibir asistencia y fue sentenciado a 200 horas de trabajo comunitario. La próxima semana se dictará sentencia por la contratación de migrantes ilegales.
James Metts se declaró culpable de mantener a los empleados de Leon fuera del sistema de inmigración y cumple una sentencia de 10 meses en prisión.