La regularidad es una condición esencial en la práctica de cualquier actividad física. Por ello, es importante no pasar del sedentarismo al movimiento intenso, dado que esto puede conllevar serios riesgos para la salud. Ante la falta de tiempo de lunes a viernes, es habitual dejar el deporte para el fin de semana.
Practicar ejercicios solamente los sábados y domingos entraña el peligro de sufrir dolores o lesiones musculares, en el mejor de los casos. Pero en el peor de ellos, es posible que la persona acabe con dificultades respiratorias o, aún más grave, de tipo cardíacas.
De esta manera, si un adulto o adulto mayor quiere realizar actividades físicas, debe antes consultar a su médico y realizarse estudios clínicos para comprobar que se está en condiciones de hacerlo. Es un contradictorio, por llevar una vida más saludable, poner en riesgo, precisamente, la salud.