El secreto para que tus hijos estén bien nutridos consiste crearles buenos hábitos alimenticios y ofrecerle alimentos de la tabla nutrimental; frutas, verduras, carnes, pescados, cereales integrales y legumbres para que ellos elijan lo que más les gusta y les den los nutrientes básicos que son carbohidratos y grasas.
Los carbohidratos proveen de energía al cuerpo y sobre todo al cerebro, pero no todos funcionan de igual manera. Existen carbohidratos como las galletas, los pasteles y el pan que poseen grasas malas, saborizantes y mucha azúcar. Las calorías sobrantes de este azúcar se acumulan en el cuerpo y provocan el sobrepeso, esto sucede porque el cuerpo elimina los carbohidratos vacíos con rapidez y los niños sienten hambre de nuevo en poco tiempo.
Por otro lado, los cereales, las pastas y panes integrales tardan más tiempo en ser asimilados por el cuerpo, y producen sensación de saciedad y brindan energía.
Al contrario de lo que otras personas piensan, las grasas son necesarias porque ayudan a absorber las vitaminas de los alimentos, hacen lucir la piel mucho más fresca y joven y sobre todo, el cerebro depende de la grasa para funcionar. Con todo esto ahora notarás que tu hijo necesita las grasas necesarias, pero debes evitar el consumo de las grasas saturadas, que están en las carnes rojas y en la leche entera.
Las mejores fuentes de grasa natural son con las semillas como nueces, almendras, piñones. cacahuates en cantidades pequeñas, el aguacate, el aceite de oliva, el atún y el salmón.
Crea hábitos alimenticios
Nunca debes saltarte la hora del desayuno, es la comida más importante del día. Da energía a los músculos y sobre todo al cerebro para que asimilen lo que prenderán y evitar que se duerman.
Los ingredientes para un desayuno saludable son; proteínas carbohidratos que tengan fibra, grasas buenas y minerales como calcio, hierro y zinc.
No presiones a tus hijos a cambiar los hábitos de un día para otro, ve despacio e incorpora los alimentos sanos conforme les vayan gustado.