Asistencia sexual, ¿De qué se trata?
Hay personas que reciben el apoyo de otras para satisfacer sus necesidades sexuales
El sexo es una parte fundamental de nuestra naturaleza. Es algo que viene inerte con nosotros. Ya sea que tengas relaciones con una pareja o que te masturbes, está presente. Ahora, qué pasa si no tienes pareja y, por cuestiones físicas, no puedes masturbarte. Es ahí en donde entra la asistencia sexual.
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¿Qué es la asistencia sexual?
Es un apoyo para que todas las personas puedan vivir su sexualidad. La página asistenciasexual.org indica que el servicio va dirigido a “personas que no pueden explorar su cuerpo, masturbarse y realizar algunas prácticas sexuales con otra persona sin el apoyo de alguien; por tanto, no todas las personas con diversidad funcional necesitan asistencia sexual”.
Actualmente se reconoce la figura del Asistente Personal, que es una persona que realiza o ayuda a realizar las tareas de la vida diaria a otra persona que, por su situación, por una diversidad funcional o por otros motivos, no puede realizarlas por sí misma, según indica la Asociación de Profesionales de la Asistencia Personal.
Entre las tareas realizadas por los asistentes personales podemos mencionar el apoyo al momento de: comer, beber, tomar notas, leer un libro, utilizar electrodomésticos, etc., aunque ninguna relacionada a la sexualidad.
Natalia Rubio, presidenta de la Asociación Sexualidad y Discapacidad, señala que “la persona que presta la asistencia personal debe actuar como herramienta, no debe robarle el protagonismo a la persona“. Añadiendo que “debe primar la voluntad de la persona que recibe los apoyos. Es ella quien decide“.
La polémica en el término
El término de “asistencia sexual” ha divido opiniones. Algunas personas opinan que no existe un consenso sobre lo que es asistencia sexual, además de quienes deben ser sus ofertantes y beneficiarios. Prueba de lo anterior son las tres diferentes definiciones:
- Apoyo para acceder sexualmente al propio cuerpo y apoyos antes, durante o después de realizar prácticas sexuales con otra persona.
- Sustituto sexual osurrogate. Un recurso para profesionales de la sexología, una herramienta para tratar algunas dificultades que forma parte de un proceso terapéutico, por ejemplo, ante la falta de pareja del paciente.
- Servicio sexual específico para atender demandas de personas con diversidad funcional. Es decir, un trabajo sexual especializado.
Algunos colectivos de personas con capacidades diferentes simplemente lo definen como un “servicio sexual“. Lo toman como parte del derecho de todas las personas con discapacidad a llevar a cabo su proyecto de vida independiente y a recibir los apoyos necesarios para alcanzarlo, según indican las Naciones Unidas, a través de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Natalia Rubio cierra el tema mencionando que la asistencia es un apoyo, nada más que eso.
La persona que realiza la asistencia sexual es el instrumento, no es la mano que acaricia, tampoco es el objeto de deseo (…). No hay interacción erótica entre ambas personas (…). No hay besos, coito, caricias ni sexo oral (…). La asistencia sexual no satisface deseos eróticos, sino que los facilita.
Sentencia Rubio.
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Autor: I.S.