Estás feliz de la vida con novio nuevo, todo es miel sobre hojuelas pero ¿estás subiendo de peso? Se han realizado varios estudios y efectivamente se ha encontrado que el amor y el peso están muy ligados. No son tus nervios, el amor engorda.
Según la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, desde que aparece el hombre de tu vida hasta que la relación llega a su equilibrio, las mujeres engordamos una media de 4 a 5 kilos.
La cuestión es que todas las citas al principio de una relación tienen que ver con la comida, los postres, uno que otro antojito.
Y es que cuando estás tan feliz y tan a gusto con tu pareja, disfrutar de unas palomitas y una crepa (con dos ingredientes) en el cine es de lo más placentero. Un kilo extra.
Por lo menos al principio de la relación, es mucho más cool compartir una pizza que una pechuga asada con verduras al vapor. Dos kilos extra.
Además cuando se tiene (nueva) pareja, comienzan a pasar mucho más tiempo juntos y el tiempo que tenías para ti, ya no es el mismo. Inviertes menos en alguna actividad física. Tres kilos extra.
Se dice también que después de varios meses de estar en una relación, entramos en un estado en el que queremos realizar sólo actividades más tranquilas y sedentarias. Ya en este punto vamos por los kilos (extra) cuatro o cinco.
Y aunque estés “llenita de amor”, las emociones dejan huella en nuestro cuerpo. Es cuestión de salud.
En definitiva, mientras más disfrutamos de nuestra relación más engordamos, así que para no arruinar nuestra figura durante el enamoramiento, lo ideal es compartir planes como andar juntos en bici, un partidito de tenis, una clase de box.
Unos kilitos extra en nombre del amor, ¿por qué no? El que engorda puede ser feliz