WikiLeaks ha publicado miles de documentos que se dice que vienen del centro de la CIA o del Cyber Intelligence, relacionados con las herramientas y los programas de espionaje cibernético de la agencia. Una versión dramática que parece dar una mirada reveladora a los detalles íntimos de esfuerzo de espionaje cibernético de la agencia.
Los documentos publicados el martes incluyen manuales de instrucciones, documentos de apoyo, notas y conversaciones acerca de ello entre otras cosas, los esfuerzos para explotar vulnerabilidades en los teléfonos inteligentes y televisores inteligentes que se convertien en dispositivos de escucha.
El vertedero no pudo ser autenticado por The Associated Press y la CIA no arrojó más información: “No hacemos comentarios sobre la autenticidad o el contenido de los presuntos documentos de inteligencia liberados”, pero WikiLeaks tiene una larga trayectoria liberando los mejores documentos secretos del gobierno.
Un experto que examinó el vertedero, el fundador Rendition Infosec, Jake Williams, dijo a la AP que parecía legítimo.
WikiLeaks ha llamado la liberación del martes “Year Zero” “Año Cero”, diciendo que es el primero de una serie de filtraciones relacionadas con la CIA, que en el sitio se llama colectivamente “Vault 7”.
En una declaración que acompaña la publicación de documentos, WikiLeaks afirma que la CIA recientemente ha “perdido el control de la mayor parte de su arsenal hackeado”, y que un archivo con “varios cientos de millones de líneas de código” ha estado circulando entre los antiguos piratas informáticos gubernamentales, dándoles “toda la capacidad de hackeo de la CIA”.
Un ex hacker o un contratista del gobierno dieron una porción de ese código a WikiLeaks, según la organización. Sin embargo, los archivos incluidos en la liberación de WikiLeaks, “Año Cero” no incluye el código en sí mismo – dicen en su comunicado de prensa, el sitio dice que es “evitar la distribución de armas cibernéticas hasta que emerja un consenso” sobre cómo analizar y desarmar tales armas.
Si resultaran legítimos, el vertedero de información representará otro fallo catastrófico para la comunidad de inteligencia de Estados Unidos a manos de WikiLeaks y sus aliados, que han humillado repetidamente a Washington con la liberación masiva de material clasificado.