Al hablar ante legisladores estadounidenses que investigan el escándalo de emisiones manipuladas, el director ejecutivo de la unidad Volkswagen America, Michael Horn, dijo además que reparar la mayoría de los 500.000 vehículos afectados en Estados Unidos tomaría de uno a dos años, posiblemente más. El arreglo, dijo, no afectará el consumo de combustible del vehículo, pero pudiera perjudicar ligeramente la velocidad.
“Pudiera haber un leve impacto en el rendimiento”, dijo Horn el jueves ante una subcomisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes.
Horn dijo que VW no había calculado cuánto valor perdieron los dueños de los autos afectados por el escándalo, pero la publicación Kelley Blue Book dijo esta semana que el valor de los VW con motores diésel de dos litros había caído 13% desde mediados de septiembre. EL valor de los coches usados a menudo baja en el otoño en Estados Unidos, pero la baja en el VW diésel fue inusualmente grande.
VW ha admitido haber instalado dispositivos para burlar pruebas de emisiones en sus vehículos Volkswagen y Audi con motores diésel de cuatro cilindros desde los modelos del año 2009. Los dispositivos —software, en realidad— encienden el control de emisiones cuando el vehículo está pasando una prueba, pero lo apaga cuando el software determina que el coche está de regreso al camino.
Los modelos afectados son Jetta, Golf, Beetle, Passat y el Audi A3. VW ha dicho que un total de 11 millones de vehículos en todo el mundo fueron afectados.
A una pregunta de la representante demócrata Jan Schakowsky, Horn dijo que Volkswagen no estaba planeando ofrecer coches en préstamo a los automovilistas afectados porque el gobierno ha dicho que los vehículos equipados con el software pueden ser conducidos sin peligro. Los coches, no obstante, emiten entre 10 y 40 veces más emisiones de óxido de nitrógeno que las permitidas por la ley.
Horn dijo que en los modelos más nuevos solamente serán necesarios cambios en el software, pero que 430.000 automóviles de 2009 necesitarán reparaciones mecánicas que aún están siendo desarrolladas. Horn dijo que ingenieros trabajan en un catalizador más grande que trate el óxido de nitrógeno o en un sistema que inyecte urea en el sistema de escape.