La empresa admitió la semana pasada que empleó un software especial para falsear las pruebas de emisiones de sus vehículos diésel en Estados Unidos.
El semanario alemán Bild am Sonntag reportó el domingo que una investigación interna de Volkswagen halló una carta de 2007 del proveedor de componentes Bosch alertando de que la empresa no debería emplear el software de forma regular.
Otro semanario, el Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung, publicó que un técnico de Volkswagen planteó sus dudas sobre prácticas ilegales en relación con los niveles de emisiones en 2011. La publicación cita también a investigadores internos.
Un portavoz de Volkswagen declinó comentar sobre los reportes, diciendo que por principio la compañía no comenta sobre lo que llamó “rumores y conjeturas”.
“Volkswagen está trabajando con toda su energía para conducir una investigación exhaustiva e inmisericorde sobre el asunto”, dijo Andreas Lampersbach en un mensaje electrónico.
VW determinará los responsables de manipular las emisiones y discutirá con las autoridades soluciones técnicas para el problema, dijo, citando una declaración de la junta supervisora de la compañía. “Después de ello proveeremos un calendario para modificar los vehículos afectados. Eso pudiera tomar varias semanas”.
Unos 11 millones de coches diésel de VW fabricados desde 2008 están afectados por el escándalo. La empresa se comprometió a proporcionar una solución gratuita.