El presidente Vladimir Putin recibió el sábado autorización del parlamento ruso para usar la fuerza militar de su país en la vecina Ucrania, en una medida que apunta a formalizar lo que funcionarios ucranianos describen como un despliegue ya en marcha de tropas rusas en la estratégica región de Crimea.
También planteó la posibilidad de que Moscú envíe su ejército a otros lugares de Ucrania. El presidente Barack Obama advirtió el viernes a Moscú que “habrá costos” si Rusia intervenía militarmente.
El voto unánime del parlamento se produjo mientras estallaban manifestaciones a favor de Rusia en las principales ciudades del este y el sur de Ucrania, donde los manifestantes ondearon banderas rusas y golpearon a los simpatizantes del nuevo gobierno ucraniano. Se espera una autorización de rutina cuando el parlamento ruso vote el sábado.
Fue la más reciente escalada luego de que un movimiento de protesta encaminado a que Ucrania estreche sus lazos con la Unión Europea en detrimento de Rusia provocó la caída del presidente prorruso del país la semana pasada.
La solicitud de Putin se refiere vagamente al “territorio de Ucrania“, en lugar de hablar específicamente de Crimea, lo que aumenta la posibilidad de que Moscú pueda usar la fuerza militar en otras provincias de habla rusa en el este y el sur de Ucrania, donde muchos se oponen a las nuevas autoridades de Kiev.
El presidente estadounidense Barack Obama advirtió el viernes a Moscú que “habrá costos” en caso de una intervención militar rusa en Ucrania.
“Estoy presentando una solicitud para usar las fuerzas armadas de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania en espera de la normalización de la situación socio-política en ese país”, dijo Putin en un comunicado difundido por el Kremlin.
El mandatario alega que hizo la solicitud para proteger a los rusos étnicos y al personal de una base militar rusa en Crimea, una región estratégica en la que acoge una importante base naval rusa. Envió la solicitud a la cámara alta del legislativo ruso, que tiene que aprobar la medida, según la constitución.
Previamente en Crimea, el líder de la conflictiva región, quien es favorable a Rusia, afirmó que tiene el control de las fuerzas de seguridad locales y solicitó asistencia a Putin para mantener la paz en la zona, lo que acrecentó las diferencias entre los dos países vecinos.
Hombres armados descritos como soldados rusos tomaron el control de aeropuertos clave y un centro de comunicaciones en Crimea el viernes. El nuevo gobierno de Kiev ha acusado a Moscú de una “invasión y ocupación militar”, una afirmación que llevó la crisis a una dimensión nueva y alarmante.
Los ucranianos dividen sus lealtades entre Rusia y Europa. La mayor parte de la región occidental de Ucrania aboga por vínculos más estrechos con la Unión Europea mientras que las regiones en el oriente y el sur buscan el apoyo de Moscú. La mayor parte de la población de Crimea habla ruso.
El primer ministro de Crimea, Sergei Aksenov, declaró que las fuerzas armadas, la policía, el servicio de seguridad nacional y los guardias fronterizos responderán únicamente a sus órdenes.
Por su parte, el primer ministro de Ucrania Arsen Yatsenyuk comenzó una reunión de gabinete en la capital, Kiev, con un llamado a que Rusia no atice los desacuerdos en Crimea.
“Llamamos al gobierno y las autoridades en Rusia a retirar sus tropas y regresarlas a sus bases”, dijo Yatsenyuk según lo citó la agencia noticiosa Interfax. “Socios rusos, dejen de provocar resistencia civil y militar en Ucrania”, agregó.
Crimea sólo se convirtió en parte de Ucrania en 1954, cuando el gobernante soviético Nikita Jrushov transfirió la jurisdicción desde Rusia, una medida que fue un mero formalismo cuando tanto Rusia como Ucrania eran parte de la Unión Soviética. Con el derrumbe de la URSS en 1991, la región quedó dentro de la Ucrania independiente.
Rusia ha adoptado una postura de confrontación hacia su vecino del sur después de que el presidente prorruso Víktor Yanukóvich huyó del país. Yanukóvich fue destituido por el parlamento después de semanas de protestas que desembocaron en un estallido de violencia que dejó más de 80 muertos.
Los manifestantes buscaban su dimisión después de que desistió de firmar un acuerdo para acercar a Ucrania a la Unión Europea en lugar de Rusia. Yanukóvich se refugió en Rusia y aún sostiene que es el presidente.
Aksenov, el jefe del principal partido prorruso en la península, apeló a Putin “para asistencia a fin de garantizar la paz y la tranquilidad en el territorio de la república autónoma de Crimea”.
Aksenov fue elegido por el parlamento de Crimea el jueves después de que hombres armados favorables a Rusia tomaron el edificio y las tensiones aumentaron por la resistencia de la región a las nuevas autoridades de Kiev, que asumieron sus cargos esta semana.