Caracas, 14 Oct (Notimex).- Unas seis mil personas viven en situación de indigencia en Venezuela, la mayoría concentradas en las grandes zonas urbanas como Caracas, Maracaibo y Puerto Ordaz, reveló un estudio de la Asociación Civil Venezuela Solidaria (ACVS).
La cifra también incluye los casos de menores de edad provenientes de hogares pobres e inestables, aclara la socióloga Evangelina García, especialista en protección social y presidenta de la organización, en conversación que sostuvo con Notimex.
La experta destacó que el problema está vinculado con el acceso a mejores oportunidades y al desenvolvimiento individual y colectivo, ya que en la medida en que hay menos pobreza, hay más desarrollo debido a que hay más educación, salud, innovación y posibilidades.
La mendicidad aparece cuando el individuo rompe sus lazos familiares y comienza a vivir en la calle. Comúnmente llamados mendigos o pedigüeños, estos seres viven en situación de pobreza extrema y pasan todo el día pidiendo dinero para comer, explicó.
García afirmó que pedir es la única opción desde su perspectiva. No es que se acostumbren a pedir, es una forma de vida que adoptan por algún padecimiento o defecto físico o por encontrarse en situación vulnerable desde el punto de vista social y emocional.
Agregó que los detonantes para que una persona caiga en estado de abandono son muchos, ya que pueden ser de carácter psicológico, emocional o social. En Caracas es común ver a estos mendigos en las instalaciones del Metro y las unidades de transporte público.
No es un fenómeno irreversible, pero la clave radica en trabajar para identificar las causas que conducen a este comportamiento, en la mayoría de los casos asociadas a la pobreza, vulneración de derechos y situación de violencia. En esa dirección estamos trabajando, destacó.
Advirtió que el proceso de restitución socio-emocional lleva tiempo, pues se trata de un estado anímico, pero también social, económico y psicológico. Debemos entender que para las personas en esta condición, la esperanza y el proyecto de vida se desvanecen.
Destacó la importancia del trabajo que adelanta su organización en la atención de la pobreza y en la prevención de riesgos, brindando apoyo en el área psicológica, mediante un modelo para propiciar valores que mejoren el rendimiento estudiantil y la salud mental.
Cifras oficiales permiten visualizar que en el país existen conductas realmente riesgosas como un abandono escolar de 56 por ciento, una tasa de fecundidad en adolescentes de 97 nacimientos por cada mil y una tasa de homicidio entre jóvenes de 64 por cada 100 mil.