Científicos de la Universidad John Hopkins y la Universidad de Nebraska descubrieron un virus llamado ATCV-1, el cual ataca el ADN del ser humano y podría afectar la inteligencia, la actividad cerebral, la memoria y la capacidad de aprendizaje.
Los descubridores lo han bautizado Virus de la Estupidez; sin embargo es incierto el origen de las infecciones en humanos.
Robert Yolken, investigador, comentó que el descubrimiento se produjo cuando se encontraban analizando los microbios en las gargantas humanas. En el estudio, de las 92 personas analizadas, un 7% estaba infectado por el ACTV-1.
El virus infecta una especie de alga verde que se encuentra en lagos y ríos, pero se desconoce que humanos hayan sido infectados por esta alga, por lo que el modo en que el virus llegó a la especie humana resulta ser un misterio.
Por medio del análisis, se obtuvieron los resultados de que aquellos que estaban infectados con el virus obtuvieron resultados inferiores en las pruebas de Velocidad de Análisis Visual en comparación con los no infectados. Los afectados por el virus tardaron más en dibujar una línea que conectaba una secuencia de números distribuidos aleatoriamente en una hoja en blanco.
Como consecuencia del resultado, los investigadores decidieron continuar sus investigaciones en ratones, por lo que inyectaron a cierto número de estos y obtuvieron resultados parecidos; quienes estaban infectados con el virus les llevó un 10% más de tiempo encontrar la salida del laberinto en comparación con aquellos que no se encontraban infectados.
El experimento reveló que también disminuía la curiosidad y el análisis visual del entorno, pero en cualquier caso se trata de un detrimento cognitivo. Evidentemente las consecuencias del virus golpean en las mismas áreas y son igualmente graves tanto en humanos como en ratones.