Vigente la obra del pintor y arquitecto Juan O’ Gorman

México, 17 Ene (Notimex).- La obra del pintor y arquitecto mexicano Juan O’ Gorman sigue vigente en el mundo, como lo demuestra el éxito que ha tenido la muestra “Pinta la Revolución: arte moderno mexicano, 1910-1950”, que recién concluyó su paso por Filadelfia, Estados Unidos.

Dicha exhibición, que superó toda expectativa, está conformada por una colección de bocetos de murales, pinturas, grabados, fotografías, libros y material hemerográfico que abarcan cuatro momentos en la historia del arte mexicano.

Ello, a partir de obras de Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Frida Kahlo y el propio O’ Gorman, a quien se recuerda a 35 años de muerto, que se cumplen este miércoles.

El artista mexicano nació el 6 de julio de 1905, en Coyoacán, Ciudad de México. Descendiente del pintor irlandés Cecil Crawford O’ Gorman y de Encarnación O’ Gorman Moreno, el pintor tuvo sus primeros acercamientos al arte plástico a través de su padre.

Cuentan sus biógrafos que entre los 4 y 7 años, O’ Gorman vivió en Guanajuato, entorno que cautivó al artista por sus colores y formas. En 1913, la familia regresó a la capital porque los daños propiciados por la revolución no permitieron que sus padres continuaran trabajando en las minas del estado.

La página web “www.gob.mx/cultura” señala que el creador ingresó a la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), después comenzó sus prácticas profesionales en las oficinas de los arquitectos Carlos Tarditi, José Villagrán García y Carlos Obregón.

También aprendió como alumno de Guillermo Zárraga y José Antonio Cuevas, de quienes adquirió mayor conocimiento en teorías y aplicaciones arquitectónicas prácticas que lo llevaron a convertirse en el primer arquitecto funcionalista de México.

Diego Rivera fue uno de los amigos cercanos de O’ Gorman, cuando ambos eran jóvenes y el primero introdujo al segundo en los principios del ejercicio mural, la geometría dinámica y la composición pictórica a gran escala.

Entre 1928 y 1931, el arquitecto construyó sus primeras casas bajo el concepto funcional, mismo que utilizó en escuelas primarias de la Secretaría de Educación Pública. Una de sus obras revolucionarias fue la casa-estudio para pintor erigida en Palmas 81, frente al antiguo Hotel San Ángel Inn.

Estuvo inmerso en la edificación hasta 1935, cuando decidió tomar un lapso de experimentación como muralista. Representó el paisaje de México, el retrato y obras denominadas fantástico-realistas en las que utilizó el signo objetivo para simbolizar una poética que surge de fuentes oníricas.

Su producción pictórica refleja inquietudes sociales y nacionalistas, entre ellas, “Recuerdos de los Remedios” (1943); “La ciudad de México” (1949) y “Autorretrato” (1950).

En los murales, el artista retrató personajes de la historia del hombre en general o de la mexicana en particular. O’ Gorman pintó en la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria (1949-51); en el Museo Nacional de Historia (1959-61); “Hidalgo Libertador”, en el vestíbulo del Centro Indoamericano en Santiago de Chile (1963-64), detalla el portal “www.epdlp.com”.

Asimismo, plasmó en el Museo de Historia del Castillo de Chapultepec las obras “Francisco I. Madero, sufragio efectivo no reelección” (1968-69) y “Feudalismo porfirista”, ambos expresan la visión histórica del artista en relación con cada pasaje del país.

El sitio web “www.biografiasyvidas.com” añade que en 1972, el pintor recibió el Premio Nacional de Artes por su aportación a los campos artísticos pictóricos y arquitectónicos. Se mantuvo activo hasta 1982, cuando la muerte lo sorprendió a los 76 años de edad. Sus restos se encuentran en la Rotonda de las Personas Ilustres en la Ciudad de México.

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