México, 4 Ene (Notimex).- La tradición del Día de los Reyes Magos data de los primeros años de la evangelización de la Nueva España, e igual que la de la Rosca de Reyes tiene su origen en la fe católica. En México, se ha perpetuado sobre todo gracias a los grandes almacenes y comerciantes que hacen de la época una de las de mayor consumismo en el año.
Inicialmente, surgió relacionado con el pasaje de la Epifanía, que relata la llegada de los magos de Oriente guiados por la estrella de Belén hasta el pesebre en el que había nacido el niño Jesús; su adoración venía acompañada por oro, incienso y mirra.
Hoy, no obstante los cambios que ha tenido la tradición con los años, la fecha se identifica más con el acto de comprar juguetes a los niños, quienes a cambio de portarse bien todo el año, esperan recibir alguna o toda una lista de peticiones.
Melchor, Gaspar y Baltasar son los nombres de estos magos que, según el Evangelio, habían tenido que realizar toda una travesía para estar en el nacimiento del hijo de Dios.
Según el pasaje de Mateo 2:1-12, los magos de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando por el recién nacido rey de los judíos, al escucharlos Herodes el Grande, les pidió que de regreso le avisaran dónde estaba tal niño para también adorarle.
La historia cuenta que lo que realmente quería era darle muerte, de ahí que ordenara la matanza de los inocentes, niños recién nacidos, tal como lo han plasmado varias películas épicas sobre la vida de Jesús de Nazaret.
Según la misma fuente, un ángel se apareció a los tres Reyes Magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes, por lo que no volvieron por el mismo sitio.
Una vez que llegaron a su destino, entraron en la casita y vieron al niño con María, inclinándose le adoraron y abrieron los cofres.
Los magos de Oriente, como se les conoce, son personajes citados en el Nuevo Testamento, pero es poco lo que realmente se sabe de ellos.
Hay incluso versiones en las que se menciona un cuarto rey mago de nombre Alazar, quien dejó a los demás para ir en busca de su esposa, quien estaba en embarazada.
También se cuenta que la primera vez que surgió el nombre que hoy se conoce como los Reyes Magos fue en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena, Italia.
El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las vírgenes.
Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en manos, junto a su rodilla, y que arriba de las cabezas de ellos se pueden leer los nombres de Melchor, Gaspar y Baltazar.
Información de páginas en internet como “euroresidentes.com” y de “reyesmagos.yaia.com”, amplían esos datos.
Hoy en la actualidad, la figura de los Reyes Magos se ha comercializado en exceso, de ahí que en estas fechas espacios públicos y parques se llenen de representaciones de los magos de Oriente para que los padres de familia paguen una cantidad, a cambio de una foto con ellos.
Otro obstáculo en esta tradición es la propia Navidad y su arraigada influencia norteamericana de la llegada de Santa Claus, pues muchas familias prefieren el intercambio de presentes en la Navidad, dejando de lado la tradición del Día de Reyes, que en México llega cuando ya ha comenzado la llamada “cuesta de enero” y el recurso económico para esta compra escasea.