Un monje llamado Shi Liliang es capaz de desafiar la gravedad gracias al dominio del chi la energía vital-, lo que le ha permitido correr 125 metros sobre un lago en China.
El monje Shaolín se desplazó sobre 200 placas de contrachapado de menos de un centímetro de grosor, extendidas sobre la superficie del agua. Esto no le resta mérito a la hazaña, puesto que estas planchas no son capaces de soportar el peso de una persona.