En Croacia este jueves, una multitud de migrantes rompió el cerco de seguridad de la ciudad de Tovarnik, en la frontera con Serbia, y enfrentó a la Policía anti disturbios, justo en momentos en que el gobierno croata advirtió que limitaría la entrada de refugiados, dado el creciente flujo de las últimas horas.
En medio de los reporte de que más de siete mil 300 migrantes llegaron a Croacia en las últimas horas, la Policía de Tovarnik informó que cientos de migrantes, enojados por las largas horas de espera para cruzar la frontera rompieron el cordón de seguridad fronterizo.
Al gritó de queremos ir, los migrantes derribaron los cordones de seguridad y se enfrentaron cuerpo a cuerpo a policías anti disturbios, que les pedía detenerse y les recordaban que para ingresar debían registrar su solicitud de asilo para ser tratados como inmigrantes ilegales.
Los migrantes, en su mayoría sirios, iraníes e iraquíes están enojados y frustrados, porque están siendo retenidos ante la incapacidad del servicio de transporte que implementaron las autoridades para trasladarlos hasta campos de refugiados.
Los refugiados, entre ellos una gran cantidad de mujeres, niños y enfermos, comenzaron a llegar la víspera a Croacia, luego de la vecina Hungría selló su frontera y aplicó una nueva ley migratoria para frenar el flujo de personas que en las últimas semanas entraron al país.
El caos en el cruce de Tovarnik se desató luego de que el primer ministro croata, Zoran Milanovic, dijo que si bien los migrantes eran bienvenidos, existía el riesgo de poner los recursos bajo demasiada presión, por lo que controlaría la entrada de refugiados, según reporte de televisión HRT.