Al menos siete muertos y 30 personas desaparecidas a lo largo de Río Blanco dejó el desbordamiento de la afluente, que se registró el domingo, tras las intensas lluvias en la región, informaron hoy funcionarios del Condado de Hays, en Texas.
Tras nuevos recuentos de sobrevivientes, la cifra se elevó este día a 30 en las comunidades de Wimberley y San Marcos, que han sido las más afectadas luego de que el Río Blanco, al sur de Austin, aumentó tres veces su caudal y se salió de su cauce provocando inundaciones.
En tanto, el número de muertos a consecuencia de las lluvias e inundaciones se incrementó a siete en toda la entidad.
Dos de las personas fallecidas fueron arrastradas por las aguas del Río Blanco, cuya corriente se elevó seis metros en una hora la tarde del domingo, conformando una pared de agua que arrastró casas y árboles a lo largo de varios kilómetros.
En Houston, intensas precipitaciones durante la noche del domingo que dejaron acumulaciones de más de 27 centímetros de agua, provocaron la muerte de al menos tres personas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró estado de emergencia por desastre en 37 condados de la entidad, lo que permite una mayor movilización de recursos del Estado para ayudar a la recuperación. La destrucción es absolutamente enorme”, dijo Abbot este lunes, tras recorrer las áreas más afectadas.
La zona recibió una declaración federal de desastre este martes, luego que el presidente Barack Obama conversó por teléfono con el gobernador sobre las inundaciones en la entidad y ofreció sus condolencias a las víctimas de las tormentas.
Obama informó que personal de la Administración Federal de Emergencias se encuentran trabajando en la zona.