El Vaticano hizo algo sin precedentes al dar a un grupo de estadounidenses católicos homosexuales y lesbianas asientos especiales en la audiencia general semanal del papa el miércoles.
Pero en una señal de que la bienvenida no era total, los peregrinos del Ministerio New Ways fueron identificados en la lista de asistentes como un “grupo de laicos acompañados por una hermana de Loreto”.
Y ni siquiera los anunciaron: cuando el monseñor a cargo de la ceremonia leyó la lista de los diferentes grupos de peregrinos en la Plaza de San Pedro, no mencionó a New Ways. El papa Francisco no los mencionó tampoco.
Pero incluso sin que el papa los mencionara, directivos de New Ways se mostraron satisfechos de que hayan sido invitados a sentarse al frente de la audiencia por monseñor Georg Gaenswein, el prefecto de la Casa Pontificia, quien entrega los codiciados boletos reservados para las audiencias de Francisco.
Durante años, Gaenswein fue el principal asistente del papa emérito Benedicto XVI. Cuando Benedicto dirigía la Congregación para la Doctrina de la Fe, prohibió permanentemente a los fundadores del Ministerio New Ways, la hermana Jeannine Gramick y el reverendo Robert Nugent, de oficiar para gays después de determinar en 1999 que no se adherían lo suficiente a las enseñanzas de la Iglesia sobre el “mal intrínseco” de los actos homosexuales.
Nugent, quien falleció el año pasado, obedeció la directiva. Gramick ha continuado su ministerio y cambió de orden religiosa a las Hermanas de Loreto, y el miércoles estaba presente en la audiencia.
“El papa Francisco me da esperanzas”, le dijo a The Associated Press. “Para mí, es un ejemplo de la clase de disposición que tiene para dar la bienvenida a los que están alejados del centro de la Iglesia y acercarlos”.
El director ejecutivo del grupo, Francis DeBernardo, dijo que el Ministerio New Ways trató infructuosamente ante dos papas de conseguir asientos VIP para sus peregrinos que viajan a Roma.