Tal vez “organizaciones no gubernamentales (que tienen interés sobre la homosexualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo, y otras cuestiones), han ciertamente aportado sus observaciones y en algún modo han reforzado la línea ideológica”, asentó Silvano Tomasi.
El observador de la Santa Sede ante la oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra denunció que el reporte “distorsionó los hechos” y no tomó en cuenta las medidas establecidas por las autoridades vaticanas en este campo.
“El documento parece no estar actualizado, teniendo en cuenta aquello que en estos últimos años ha sido realizado. Falta una perspectiva correcta y actualizada, que ha visto en realidad una serie de cambios para la protección de los niños”, dijo Tomasi a la Radio Vaticana.
El clérigo expresó su “sorpresa” por el carácter negativo del documento de 16 páginas titulado “Observaciones Conclusivas” y emitido este miércoles por el Comité para los Derechos de los Niños al término de su 65 sesión. Es Comité se reunió con una delegación vaticana el 16 de enero pasado para monitorear el avance en la puesta en práctica de la Convención Internacional para los Derechos del Niño, suscrita por el Estado pontificio en 1990.
Si bien el comité en su escrito reconoció “pasos adelante” del Vaticano en la lucha a la pedofilia, los consideró aún insuficientes y pidió que sean “inmediatamente” removidos todos los sacerdotes y religiosos reconocidos culpables o incluso sospechosos de abusos.
Solicitó además que éstos sean denunciados a las autoridades civiles y que la Santa Sede entregue los propios archivos correspondientes a esos delitos para que los culpables y “cuantos han cubierto sus crímenes” puedan ser juzgados.
“La comisión está profundamente preocupada por el hecho que la Santa Sede no haya reconocido la magnitud de los crímenes cometidos, no haya adoptado las medidas necesarias para afrontar los casos de abuso y proteger a los niños”, agregó.
Además, criticó la actitud del Vaticano hacia la homosexualidad, la anticoncepción y el aborto, pidiendo que revise las propias políticas para asegurar el respeto de los derechos de los niños y su posibilidad de acceder a los cuidados médicos.
Tomasi estableció que el comité realizó “observaciones incorrectas” porque evitó tomar en cuenta “la evidencia de los hechos, que no pueden ser distorsionados”. “La convención sobre la protección de los niños en su preámbulo habla de la defensa de la vida y de la protección de los niños antes y después del nacimiento, mientras las recomendaciones a la Santa Sede es aquella de cambiar su posición sobre la cuestión del aborto. ¡Claro, cuando un niño ha sido asesinado no tiene más derechos!”, reclamó.
“Este comité no ha hecho un buen servicio a las Naciones Unidas, buscando introducir y pedir a la Santa Sede cambiar su enseñanza no negociable”, añadió. Aseguró que El Vaticano responderá a las observaciones según el espíritu y la letra de la Convención para los Derechos del Niño, pero “sin agregados ideológicos o imposiciones”.
Insistió que la Iglesia ha respondido al flagelo de los abusos y continuará a hacerlo, insistiendo en la política de transparencia y de no tolerancia de los abusos, porque “un solo caso de abuso de un niño ¡es un caso de más!”.