Leo Varadkar es un político singular: un joven de 38 años que es abiertamente homosexual y que está a punto de convertirse en primer ministro de Irlanda, un país socialmente conservador en donde la homosexualidad era considerada un delito hace apenas 25 años.
Irlanda ha tenido cambios profundos en muchos sentidos, y uno de ellos es que la sexualidad de Varadkar ha llamado más la atención de la prensa internacional que de los propios irlandeses. Después de todo, Irlanda tiene la distinción de haberse convertido en el primer país del mundo que aprobó por votación popular el matrimonio entre personas del mismo sexo el 23 de mayo de 2015.
Leo Varadkar es el claro favorito a convertirse este viernes en el nuevo líder del Fine Gael, el partido que gobierna Irlanda en minoría desde las elecciones del año pasado.
Enda Kenny, de 66 años, primer ministro desde hace seis, logró formar un frágil Gobierno después de 63 días de negociaciones. Pero acabó sucumbiendo a la presión y, tocado además por un escándalo, anunció que dimitiría como líder del partido y como primer ministro. Varadkar no había nacido cuando Kenny obtuvo su primer escaño.
Hoy, el actual Ministro de Bienestar Social contiende por el liderazgo del partido con Simon Coveney, compañero de Gabinete, pero todo apunta a que la elección de Varadkar es un hecho consumado: los diputados tienen en sus manos esa decisión, y si bien el voto que emiten es secreto, 46 de 73 han expresado públicamente su apoyo a Varadkar.
Quien salga elegido se convertirá, tras una votación parlamentaria en las próximas semanas, en primer ministro de Irlanda.
Se trataría del líder más joven desde la independencia de Irlanda en 1922, perteneciente a la generación más golpeada por la crisis económica que colocó a Irlanda al borde del abismo. Un político que no cree en la derecha y la izquierda, pero que podría amenazar el consenso centrista que ha dominado la historia reciente irlandesa.
Es Leo Varadkar, un político muy singular.