Reporteros del canal Telesur que se encontraban cubriendo un acto de apoyo al excandidato presidencial colombiano Óscar Iván Zuluaga, en Bogotá, fueron agredidos por manifestantes uribistas que se presentaron al lugar.
Zuluaga se presentó este viernes a la Fiscalía a declarar sobre su presunta relación una una trama de espionaje en el proceso de paz con las FARC.
La manifestación, convocada por el partido de derecha Centro Democrático frente a la Fiscalía, tenía como objetivo protestar por lo que consideran “un proceso falto de garantías judiciales”, explicó Francisco Santos, vicepresidente durante el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010).
“Aquí lo que está pasando es que ser militante del Centro Democrático es una actividad de alto riesgo. Estamos ante un montaje de la Fiscalía, que no actúa con independencia de poderes”, sostuvo el ex funcionario.
Santos, quien es primo del actual presidente del país, Juan Manuel Santos, afirmó que los militantes uribistas “están sintiendo lo mismo que siente la oposición venezolana”, y agregó que “no hay garantía legal”, además de que consideró el proceso contra Zuluaga como una forma de “exterminar la oposición”.
Durante el acto, varios simpatizantes de Uribe que portaban pancartas en apoyo a Zuluaga, agredieron a varios reporteros del canal Telesur que se encontraban cubriendo el acto y quienes tuvieron que ser protegidos por la prensa internacional.
“Me dieron un golpe en la cabeza, vinieron en motín todos los del Centro Democrático y nos agredieron física y verbalmente a mi camarógrafo y a mi”, explicó la reportera de Telesur, Natalia Parada.
La reportera explicó como los manifestantes llamaron a ella y su compañero “chavistas y guerrilleros de las FARC”, para que acto seguido les tiraran la cámara al suelo.
“Todos los compañeros de la prensa nos rodearon y nos pudieron sacar, si no llegan a ayudarnos no sé lo que habría pasado”, manifestó.
Zuluaga explicará hoy ante un fiscal su relación con el pirata informático Andrés Sepúlveda, quien oficialmente gestionaba la redes sociales de su campaña pero que en realidad desarrolló una trama de espionaje al proceso de paz que el Gobierno colombiano y las FARC mantienen en La Habana.
De acuerdo a los informes de la Fiscalía, esta asegura que Sepúlveda interceptó las comunicaciones de negociadores de la guerrilla y de funcionarios del gobierno, con el objetivo de sabotear las negociaciones.
El escándalo de espionaje se destapó en mayo del año anterior, cuando Zuluaga se encontraba disputando la presidencia con Juan Manuel Santos.