México, 17 Sep (Notimex).-Senadoras y expertos alertaron que México podría convertirse en un paraíso para las agencias que explotan mujeres con fines reproductivos bajo la modalidad de maternidad o vientres subrogados, por lo que urgieron reformas para evitar esta explotación.
La senadora Mely Romero Celis, anunció que en el actual periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Senadores presentará una iniciativa para frenar este fenómeno.
Lo anterior debido a que en estados como Tabasco y Sinaloa se permiten legalmente prácticas de ese tipo, donde mujeres mexicanas son contratadas por extranjeros para ser inseminadas, albergar un óvulo y luego, previo acuerdo económico, entregar al bebé en adopción.
Al presentar el libro Maternidad Subrogada: Explotación con Fines Reproductivos, expuso que en coordinación el Early Institute trabaja en la sensibilización sobre las consecuencias de la maternidad subrogada, cuya liberación a nivel nacional permitiría la llegada al país de grupos que trafican con la vulnerabilidad social de mujeres.
Explicó que esta práctica, que nació con fines altruistas para ayudar a parejas que no pueden concebir, se ha desvirtuado al grado de convertirse en un negocio millonario para supuestas agencias que se han instalado en el país.
Éstas, dijo, enganchan a mujeres pobres con baja escolaridad e indígenas, a quienes les ofrecen cantidades de entre 15 mil a 150 mil pesos por la renta de su vientre y la entrega de bebés por encargo, en detrimento de su seguridad, salud y dignidad.
Por ello Romero Celis anunció que promoverá el consenso legislativo para prohibir la maternidad subrogada que da lugar a una nueva forma de explotación de mujeres.
Durante la presentación del libro, en el Auditorio Octavio Paz del Senado de la República, la legisladora y los especialistas del Early Institute expusieron los casos registrados en fechas recientes en el sureste del país.
En esa zona, varias mujeres jóvenes pobres y marginadas en situación de vulnerabilidad económica y social fueron reclutadas en Cancún, Quintana Roo, por la agencia Surrogacy Beyond Borders, para gestar a bebés de otras parejas, y dar a luz en Tabasco, donde la ley lo permite y luego fueron abandonadas a su suerte.
Ingrid Tapia Gutiérrez, del Early Institute, señaló que más de 80 por ciento de los procedimientos practicados en mujeres mexicanas es en favor de extranjeros y consideró esta actividad como una forma de explotación de mujeres con fines reproductivos.
Además, señaló que los extranjeros vienen a México a hacer esta práctica, pues en sus países está considerada como un delito.
Los autores Marcelo Bartolini Esparza, Cándido Pérez Hernández y Adrián Rodríguez Alcocer recapitularon el origen de la maternidad subrogada y de cómo se ha corrompido en distintas regiones del mundo, hasta convertirse en un problema de magnitudes insospechadas.
Los casos más dramáticos ocurrieron en Tailandia e India, en donde fueron descubiertas granjas de decenas de mujeres utilizadas como pie de cría, dijeron.
Bartolini Esparza expuso que la renta de vientres con fines reproductivos constituye un problema internacional, que ha dado lugar a la creación de un mercado global que se mueve en la medida en la que se encuentran parejas con capacidad económica y mujeres que se ofrecen para rentar su vientre porque no tienen otro modo de obtener ingresos.
Destacó que la presentación del libro es un parteaguas en el tratamiento del tema de la maternidad subrogada en México, una invitación al debate abierto, responsable e informado sobre una problemática que ya se discute y analiza en otras partes del mundo.
Ello, por las implicaciones que tiene al convertirse de un asunto altruista a un tema de organizaciones criminales que lucran con las mujeres y los niños del mundo.
En el libro se conjuntaron las investigaciones de los especialistas del Early Institute, Marcelo Bartolini Esparza, Cándido Pérez Hernández y Adrián Rodríguez Alcocer, bajo la supervisión de Ingrid Tapia Gutiérrez, miembro consultor, y de la presidenta de la Academia Nacional Mexicana de Bioética. Martha Tarasco Michel.