Se trata, dijo, de un programa financiado por la Cruz Roja Internacional, mismo que nació hace tres años en esa localidad tabasqueña colindante con Guatemala.
En entrevista, expuso que en la unidad móvil no sólo se da el servicio médico, sino medicamentos porque decirles qué tienen en cuanto a su salud, y no darles medicina, es como no hacer nada.
La mayor incidencia de padecimientos en los migrantes atendidos, 86 por ciento de origen hondureño, son parasitosis, lastimaduras en los pies, entre otros, reportó.
Cuando arriban embarazadas, niños no acompañados o adultos mayores, a ellos se les otorga alimento, agregó.
Bustillos Borges indicó que lo que comenzó como un modelo piloto se replicó en Chiapas, Veracruz, Tamaulipas y otras zonas migratorias, al igual que en Guatemala, Honduras y El Salvador.
El delegado de la Cruz Roja adelantó que a la Casa del Migrante La 72, ubicada en Tenosique y coordinada por el Fray Tomás González, le será donada una purificadora de agua y se construirá un dormitorio para 80 camas.
Desde que pasan de El Ceibo (Guatemala) hasta la cabecera municipal de Tenosique, donde agarran la bestia (el tren que cubre la ruta hasta Coatzacoalcos, Veracruz), les ponemos ocho lugares con unas cajas con bolsas con agua purificada, añadió.