De acuerdo a sus datos, el número de niños afectados por el conflicto se duplicó en los pasados 12 meses, y los más dañados son un millón de ellos atrapados en las zonas en estado de sitio o difíciles de alcanzar con ayuda humanitaria.
En el informe Bajo estado de sitio UNICEF pide que se ponga fin de inmediato a la violencia y se aumento el apoyo a los más afectados, e incluye testimonios de menores de edad cuyas vidas han sido devastadas por los tres años de guerra.
UNICEF estima que dos millones de infantes necesitan apoyo psicológico. Subraya que el colapso de los servicios de salud y educación, así como el impacto económico, tienen potencial para devastar a toda una generación.
Los niños y sus familias atrapados en zonas en estado de sitio durante muchos meses, viven en los escombros, luchan por encontrar comida, muchos niños se han quedado sin protección, atención médica o apoyo psicológico, y tienen poco o ningún acceso a la educación, agregó. En los peores casos, los niños y las mujeres embarazadas han sido deliberadamente heridos o asesinados por francotiradores, afirma el documento.
En los países a donde llegan, 1.2 millones de niños provenientes de Siria son refugiados que viven en campamentos con acceso limitado al agua potable, alimentos y oportunidades de aprendizaje. Luego de tres años de guerra, los infantes sirios se han visto obligados a madurar más rápido de lo que cualquier niño debería.
UNICEF estima que uno de cada 10 menores de edad refugiados trabaja y una de cada cinco niñas sirias en Jordania se ven obligadas a casarse pronto. Pide a la comunidad internacional concluir la espiral de violencia en Siria y socorrer de inmediato a un millón de menores de edad en ese país.
Demanda crear un ambiente donde los niños estén protegidos contra la explotación e invertir en su educación, apoyo psicológico así como más auxilio a las comunidades de acogida y los gobiernos para mitigar el impacto social y económico del conflicto en las familias. “Esta guerra tiene que terminar para que los niños puedan regresar a sus hogares para reconstruir sus vidas a salvo con su familia y amigos indicó UNICEF.