Último mensaje del avión de Malaysia Airlines desaparecido

Cuando alguien en los controles calmadamente dijo las últimas palabras que llegaron del avión malasio desaparecido, uno de los sistemas de comunicaciones del Boeing 777 ya había sido inhabilitado, indicaron las autoridades, aumentando las sospechas de que uno o ambos pilotos estuvieron involucrados en la desaparición de la aeronave.

Los investigadores también examinan un simulador de vuelo que confiscaron de la casa de uno de los pilotos y revisan los antecedentes de las 239 personas que iban a bordo así como al personal en tierra que brindó servicio el avión.

El vuelo 370 de Malaysia Airlines despegó de Kuala Lumpur en las primeras horas del 8 de marzo con destino a Beijing. El sábado, el gobierno malasio informó que los hallazgos sugieren firmemente que el avión fue desviado de forma deliberada y podría haber volado tan al norte como Asia Central o al sur hacia las grandes extensiones del Océano Indico.

Las autoridades han dicho que alguien a bordo del avión inhabilitó primero uno de sus sistemas de comunicaciones —el Sistema de Direccionamiento e Informe para Comunicaciones de la Aeronave (ACARS, por sus siglas en inglés)— aproximadamente 40 minutos después del despegue. El equipo ACARS envía información sobre los motores del avión y otros datos a la aerolínea.

Aproximadamente 14 minutos después, el transpondedor que asocia a la aeronave con los sistemas comerciales de radar también fue desconectado El hecho de que ambos sistemas dejaran de funcionar por separado es un fuerte indicativo de que la desaparición del avión fue deliberada.

El domingo, el ministro de Defensa Hishammuddin Hussein dijo en conferencia de prensa que las últimas palabras tranquilizantes desde la cabina —”Todo bien, buenas noches“— fueron pronunciadas a los controladores de tráfico aéreo después de que fuera apagado el ACARS. Quien haya hablado no mencionó ningún problema a bordo. El general de división de la Fuerza Aérea, Affendi Buang, reconoció ante periodistas que no sabía si fue el piloto o el copiloto quien dio el último mensaje.

Dada la extensión de tierra y agua que tendría que ser registrada, para encontrar los restos del aparato podría llevar meses o más. O simplemente podrían no encontrarse nunca. Determinar lo que sucedió con cierto grado de certeza probablemente requerirá evidencia de las grabaciones de voces de la cabina y registros de información de vuelo de la aeronave.

La zona de búsqueda ahora incluye 11 países sobre los que el avión pudo haber cruzado, dijo Hishammuddin, agregando que el número de países involucrados en la operación ha ascendido de 14 a 25.

“La búsqueda de antemano era un esfuerzo multinacional altamente complejo”, indicó. “Ahora se ha hecho aún más difícil”.

Las labores de búsqueda se enfocaron al principio en aguas relativamente poco profundas del mar de China Meridional y el estrecho de Malaca, donde en un inicio se creyó que estaba el avión. Hishammuddin informó que ha solicitado a los gobiernos proporcionar información delicada de radares y satélites a fin de tener una mejor idea de los últimos movimientos del avión.

Con más información, afirmó, la zona de búsqueda podría reducirse “a un área que es más viable”.

Los investigadores han dicho que la última ubicación conocida del avión podría estar en cualquier parte de un enorme arco que abarca de Kazajistán hasta las zonas más al sur del Océano Indico. Dado que una ruta al norte habría enviado a la aeronave sobre países con espacio aéreo ajetreado, la mayoría de los expertos dicen que es más probable que la persona que tenía el control del avión haya elegido ir al sur. El Océano Indico en esa dirección es el tercero más profundo del planeta y una de las franjas de agua más remotas en el mundo, con poca cobertura de radar.

Australia cuenta con un potente sistema de radar militar con un alcance aproximado de 3.000 kilómetros (1.900 millas) usado para vigilar el Océano Indico al oeste del país. Pero el radar tendría que haber estado apuntando hacia la dirección correcta en el momento preciso para detectar una actividad detallada de vuelo, de acuerdo con John Blaxland, del Centro de Estudios Estratégicos y de defensa de la Universidad Nacional Australiana.

El jefe de la policía de Malasia, Khalid Abu Bakar, dijo que han solicitado a los países con ciudadanos a bordo del avión que investiguen sus antecedentes, sin duda tratando de hallar a alguien con lazos terroristas, habilidades para pilotear o con contacto previo con los pilotos. Agregó que las agencias de inteligencia de algunas naciones de antemano lo han hecho y no encontraron nada sospechoso, pero espera que otras respondan.

La policía allanó los hogares de los dos pilotos el sábado, la primera vez que lo hacen desde que el avión desapareció, reveló el gobierno. Al preguntársele por qué les tomó tanto tiempo hacerlo, Khalid respondió que las autoridades “no veían la necesidad en las etapas iniciales”.

La policía confiscó el complejo simulador de vuelo que uno de los pilotos, Zaharie Ahmad Shah, había armado en su casa, y lo rearmó en sus oficinas para buscar pistas, señaló Khalid.

Zaharie, de 53 años, tiene tres hijos y un nieto. Anteriormente había publicado en internet fotografías del simulador, que fue creado con tres enormes monitores de computadora y otros equipos. Durante la semana, el director de Malaysia Airlines dijo que el simulador no era por sí mismo causa de ninguna sospecha. La policía investiga a ingenieros y personal en tierra que pudo haber tenido contacto con el avión antes del despegue, agregó Khalid.

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