En 1976, Texas reinstauró la pena de muerte, desde entonces cada preso condenado se le pone ropa limpia y es atado a la camilla, para luego responder a la pregunta del director de la cárcel: ¿tiene algo que decir?
Estas son las últimas palabras de algunos condenados a muerte, antes de su ejecución.
- “Me lo merezco”, Charles Bass (3 de diciembre de 1986).
- “Mi juicio no fue justo… No fue justo… Mintieron en mi contra”, Mark Duff-Smith (29 de junio de 1993).
- “Es un buen día para morir… Entré aquí como un hombre y me voy como un hombre”, Earl Behringer (11 de junio de 1997).
- “Te quiero, voy a estar esperándote en el otro lado… Hijo, sé fuerte, no importa lo que pase”, Domingo Cantú (28 de octubre de 1999).
- “Señor Jesús recibe mi espíritu”, David Ray Harris (30 de junio de 2004).
- “Díganle a mi hijo que lo amo mucho ¡Y vamos Cowboys!”, Jesse Hernández (28 de marzo de 2012).
- “Esto no es el final, es solo el principio de un nuevo capítulo para que tú y yo estemos juntos”, James Jackson (7 de febrero de 2013).
- “Me van a matar esta noche… Me van a asesinar”, Gary Graham (22 de junio de 2000).
- “Ojalá pudiera morir más de una vez para poder decirte cuánto lo siento”, Karl Chamberlain (11 de junio de 2008).
- “No voy a pedir perdón, Dios será mi juez”, Andrew Flores (21 de septiembre de 2004).