El asistente personal del autor de “El coronel no tiene quien le escriba”, Genovevo Quiroz, y Gonzalo García Barcha, el hijo del “Gabo”, han entrado y salido en repetidas ocasiones por la puerta principal del centro médico de alta especialización, para llevar y traer documentos y otros enseres propios de una alta médica.
Mientras tanto, desde las nueve de la mañana de hoy se reporta en el domicilio particular del escritor colombiano el ir y venir de asistentes, familiares y personal médico, quienes, de acuerdo con prensa en el lugar, han llevado tanques de oxígeno, equipo especializado de monitoreo, una cama de hospital y una enfermera para atender la convalecencia del colombiano, radicado en México.
El autor de famosas novelas, cuentos, ensayos y relatos fue hospitalizado en este nosocomio el lunes de la semana pasada al presentar un cuadro de deshidratación y una infección bronquial que pronto afectó también otros órganos como los riñones. Sin embargo el tratamiento al que fue sometido, básicamente con antibióticos, ha surtido el efecto esperado por quienes lo atienden.
A decir Gonzalo García Barcha, hijo del autor de “Cien años de soledad”, el escritor nunca estuvo en la sala de urgencias y siempre se le trató como a cualquier otra persona que presenta una infección no grave y de fácil control. Gabriel García Márquez permanece hasta este momento en el cuarto piso del Instituto donde, desde su ingreso, ha sido vigilado por un grupo multidisciplinario de médicos.
Al igual que Gonzalo, también han estado pendientes del estado de salud del celebrado escritor latinoamericano, su esposa Mercedes y su hijo Rodrigo, este último radicado en los Estados Unidos pero quien ya se encuentra aquí. De acuerdo con el pronóstico inicial y la información que circula esta mañana, Gabriel García Márquez podría ser dado de alta hoy mismo.