Líderes sindicales opositores calificaron este martes como un éxito la huelga general que paralizó varias de las actividades en Argentina, en particular el transporte y la recolección de basura.
Hugo Moyano, dirigente de la fracción de la Confederación General del Trabajo (CGT) -opositora a la presidenta Cristina Fernández-, aseguró que la protesta de este martes fue histórica y “quedará en la historia de las páginas de lucha del país”.
Los gremios que no militan en el oficialismo llevaron a cabo su quinto paro general de los últimos tres años para presionar al gobierno, a poco más de cuatro meses de que se realicen las elecciones presidenciales del 25 de octubre.
Las estaciones de trenes, camiones de larga distancia y paradas del metrobús permanecieron vacías, al igual que las entradas del Subte (metro), que anunciaban que el servicio estaba interrumpido por “medidas de fuerza”.
El principal reclamo es la eliminación del impuesto a las ganancias, pese a que es un tributo que pagan solamente los trabajadores de mayores ingresos, es decir, el 10 por ciento de los asalariados, ya que la oposición política y mediática han convertido el tema en una prioridad.
El pliego petitorio para este paro también incluye una actualización del salario mínimo vital y móvil, aumento de emergencia para los jubilados y devolución de fondos a las obras sociales sindicales, entre otras demandas.
Asimismo, los sindicatos exigen “paritarias libres”, es decir, negociaciones de alzas salariales sin el límite del 27 por ciento que ya fijó el gobierno.