“La fuga se originó por la fractura de dos tornillos en la punta de trasiego de gas ubicada en la parte media posterior del auto tanque”, dijo Rodolfo Ríos, Procurador General de Justicia de la Ciudad de México en una rueda de prensa.
A su vez, esa fractura “fue causada por la fatiga de los tornillos debido al mantenimiento deficiente”, agregó.
Tras la rotura de los tornillos se formó una nube de gas que se introdujo en las instalaciones del hospital. “Esa nube fue la que alcanzó la ignición y provocó la explosión y el incendio“, según el Procurador.
La investigación también ha encontrado que “se identificaron manipulaciones que ocasionaban que el medidor del auto tanque registraba una cantidad de gas mayor a la que en realidad se suministraba”, dijo Ríos.
Pedro Joaquín Coldwell, Secretario Federal de Energía, anunció que se ha abierto un proceso a la empresa Gas Expréss Nieto dirigido a la revocación del permiso de distribución de gas en su planta de Tlahuac, al oriente de la ciudad. La compañía podría recibir como sanción multas de hasta de 42 millones de pesos (unos 2,8 millones de dólares) además de verse obligada a indemnizar a las víctimas.
El 29 de enero, un auto tanque de Gas Nieto suministraba gas al hospital materno infantil de Cuajimalpa cuando se produjo una fuga que se prolongó por 25 minutos que ni los operarios de la bomba ni los bomberos lograr cortar.
Ese tiempo fue vital para que gran parte de las personas que se encontraban en el interior del edificio pudieran abandonarlo antes de la explosión, que lo destruyó prácticamente en su totalidad.
En la explosión murieron inicialmente dos bebés y una enfermera. Días después fallecieron otra enfermera y un camillero. El número de heridos ascendió a 70 de entre las 110 personas que se encontraban en el interior del edificio en el momento de la explosión, alrededor de las siete de la mañana, poco antes de que se produjera el cambio de turno, lo que hubiera sido devastador por el incremento del número de personas en el recinto.
Tras la tragedia, se abrió un debate sobre las condiciones de seguridad en las que se distribuye el gas en México.
Hasta el 80% de los mexicanos emplea gas propano en lugar de gas natural suministrado por tuberías, y el propano líquido, muy explosivo, se entrega a casas y negocios con camiones como el que explotó o en cilindros.
Expréss Nieto, la empresa responsable según las autoridades, que ahora verá su permiso revocado, se presenta como una de las cuatro grandes distribuidoras de gas LP en el país. Larrondo dijo que cada mes hacen 70.000 suministros de tanques estacionarios y distribuye 350.000 cilindros.
La empresa suministra el gas LP a los 31 hospitales que dependen del gobierno de la capital.