La ciudad de Baltimore amaneció en un ambiente tranquilo este martes tras una tarde/noche de disturbios que dejaron 15 policías heridos, 27 arrestos, comercios saqueados y autos incendiados.
Un día después de los funerales del joven afroamericano Freddie Gray, cuya muerte detonó movilizaciones en repudio de la brutalidad policial, los residentes quedarán sujetos a partir de este martes a un toque queda desde las 22:00 horas hasta las 5:00 horas.
En las calles de la ciudad aún operaban autos de bomberos que tuvieron a su cargo durante la noche y la madrugada la contención de los siniestros.
Los manifestantes, casi en su totalidad adolescentes afroamericanos, arrojaron piedras, tubos y botellas a la policía, además de que saquearon licorerías y tiendas, destruyeron una patrulla policial y prender fuego a una farmacia y a autos particulares.
El presidente Barack Obama se mantiene atento a la población y pidió moderación a la policía durante una conversación con el gobernador Hogan, además de que ofreció el apoyo del Departamento de Justicia.
Freddie Gray, un joven afroamericano de 25 años, resultó herido en circunstancias que no han sido aclaradas mientras se encontraba bajo custodia policial. Unos días después murió en un hospital local por lesiones en la medula espinal.
Cientos de manifestantes realizaron una masiva protesta el fin de semanas, pero las manifestaciones se tornaron violentas después de la realización de los funerales de Gray la mañana del lunes, a los que asistieron más de dos mil personas.