Decenas de manifestantes se han enfrentado a las autoridades en Baltimore el lunes por la tarde por lo que el gobernador de Maryland Larry Hogan declaró estado de excepción y activó a la Guardia Nacional para que ayude a controlar los disturbios.
Adicionalmente, se dio a conocer que la ciudad estará bajo toque de queda a partir del martes, según declaró la alcaldesa Stephanie Rawlings-Blake.
Manifestantes saquearon locales y arrojaron ladrillos y piedras contra elementos de la policía de Baltimore, lastimando a varios de ellos, horas después de que miles de personas asistieran el lunes al funeral de Freddie Gray, el joven que falleció de una severa lesión vertebral mientras estaba bajo custodia policial.
Varios autos y al menos una tienda fueron incendiados.
15 policías resultaron heridos y algunos de los oficiales sufrieron fractura de huesos, mientras que uno de ellos perdió el conocimiento, informó el capitán Eric Kowalczyk.
Los disturbios del lunes son el más reciente incidente provocado tras la misteriosa muerte de Freddie Gray, cuyo fatal encuentro con la policía vino en medio de un debate nacional sobre el uso policiaco de la fuerza, especialmente cuando se trata de sospechosos negros. Gray era afroestadounidense.
La policía pidió a los padres que localicen a sus hijos y los lleven a casa. Muchos de los que se encontraban en las calles parecían de ascendencia negra, portando mochilas y pantalones khaki, que son parte del uniforme de muchas escuelas públicas.