Este viernes se registró un atentado terrorista en una playa de la zona hotelera en Túnez cuando un hombre joven se deshizo de la sombrilla que cargaba y sacó un fusil tipo Kalashnikov para disparar contra bañistas en un ataque que causó la muerte de al menos 37 personas y heridas a otras 36.
Los asesinatos en el destino vacacional de Sousse ocurrieron a la misma hora en que una fábrica propiedad de una compañía estadounidense en Francia era atacada y una mezquita en Kuwait sufría un atentado con bomba. Se desconoce si hay vínculos entre los tres ataques pero ocurrieron días después de que los milicianos del grupo Estado Islámico pidieran a sus seguidores “hacer del Ramadán un mes de calamidades para los infieles”.
Un vocero del Departamento de Defensa de Estados Unidos dijo que es demasiado pronto para saber si los tres ataques fueron coordinados.
Sousse, a 150 kilómetros de Túnez, es un balneario concurrido por tunecinos y europeos.