La Unión Europea (UE) compra a Rusia 30 por ciento del gas que consume y 65 por ciento de ese volumen atraviesa Ucrania antes de llegar a sus países. La CE teme el impacto que tendría sobre la mancomunidad la amenaza de Moscú de cortar los suministros del combustible a Ucrania si el país no honra una deuda de 2.2 mil millones de dólares que debe a las compañías rusas por sus importaciones.
En una carta enviada al presidente ruso Vladimir Putin, difundida este martes en Bruselas, el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, argumenta que la suspensión crearía dudas sobre la disposición (de Moscú) de ser vista como un fiable suministrador de gas para Europa. Le aconsejamos con firmeza a no tomar dichas medidas, escribió Durao Barroso.
En nuestra opinión, las cuestiones relacionadas con la deuda de Ucrania y los precios de importación de gas deben ser consideradas juntamente con sus necesidades financieras externas junto al Fondo Monetario Internacional (FMI), añadió.
El líder del Ejecutivo europeo también señaló que el suministro de gas ruso a la UE está regido por un contrato establecido entre la mancomunidad y la compañía Gazprom, que tiene la responsabilidad de asegurar la entrega de los volúmenes acordados.
Esperamos que los operadores comerciales de todas las partes respecten sus obligaciones contractuales. A la luz de la evolución del mercado internacional del gas, es claramente del interés de Rusia permanecer como un suministrador fiable, sostuvo.
La reunión a tres bandas había sido solicitada por Putin en una carta enviada a los líderes europeos el pasado 10 de abril. La UE estará representada por el comisario de Energía, Günther Oettinger, mientras que Rusia y Ucrania enviarán a sus ministros de Energía, Alexander Novak, y Yuri Prodan, respectivamente.