La iniciativa ocurrió durante una conversación telefónica con el jefe de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, en la que Viktor Yanukovich dijo que será investigado el uso abusivo de la fuerza por parte de la policía ucraniana contra los manifestantes que han tomado las calles de Kiev en los últimos días.
Según la CE, los dos presidentes coincidieron en que “todos los derechos civiles y libertades deben ser respetados” en Ucrania y “todas las partes deben hacer prueba de contención”. También acordaron que “la única manera de sacar a Ucrania de la actual situación es a través de una solución pacífica y negociada”, por lo que las autoridades del país “deben entablar con urgencia un diálogo con todas las fuerzas políticas relevantes”.
Durao Barroso, por su parte, reiteró a Yanukovich la disposición de Bruselas de “discutir aspectos de la aplicación relacionados con los acuerdos ya rubricados” con Ucrania, pero anticipó que no aceptará reabrir “ningún tipo de negociaciones”. “Estos términos han sido aceptados por el presidente Yanukovich y se ha decidido que la fecha y el nivel de consulta deben acordarse a través de los canales diplomáticos adecuados”, informó la CE en un comunicado.