Tijuana, 14 Sep (Notimex).- La apreciación del dólar frente al peso ha tenido impactos distintos entre los diversos sectores de esta frontera, pues, por ejemplo, el ramo turístico ha reportado beneficios, mientras que la importación de automóviles ha disminuido.
Comerciantes del sector turístico han recibido más beneficios que malestar ante el alza del dólar, debido a que los visitantes estadunidenses encuentran más oportunidades de compra en medicinas, comida y licores.
El presidente de la Asociación de Comerciantes de la Avenida Revolución, Julián Palombo Saucedo aseguró que por fortuna para este ramo comercial turístico, la mayoría de los productos nacionales y los precios se han mantenido.
Dijo que la disparidad del peso mexicano frente al dólar ha representado una ventaja para los residentes de aquel lado de la frontera norte.
Indicó que entre los principales insumos de este lado de la frontera se encuentra la adquisición de medicinas, licores, servicios médicos, mantenimiento a los automóviles, así como el consumo gastronómicos, entre otros.
Refirió que la mayoría de los residentes de origen mexicano que acuden a realizar sus compras a esta frontera, provienen de las entidades estadunidenses de Arizona, Nevada, así como del vecino estado de California.
“Ese es el turismo que nos beneficia, los que vienen a México, los que cruzan de Estados Unidos a Baja California a efectuar sus compras o a utilizar los diversos servicios y que son de calidad, por ejemplo, los servicios médicos”, anotó.
Aunque Tijuana también recibe visitantes del interior del país, agregó que lo hacen para visitar familiares, con la intención de cruzar a Estados Unidos o para asistir a convenciones o reuniones de negocios, “vienen por necesidades, no en plan de turistas”.
Sin embargo, advirtió que esta situación podría no durar mucho tiempo, pues aunque los productos se han mantenido sin aumento, sobre todo los de procedencia nacional, esta comercialización podría cambiar de un momento a otro.
Para el comerciante Javier Muñiz, de la negociación “Curios Muñiz”, de artesanías mexicanas, asentada en un pasaje turístico del centro de la ciudad, el alza del dólar frente al peso mexicano también le ha representado, por el momento, beneficios.
“Ahora los turistas que vienen y nos visitan tienen más capacidad de compra, pues el sistema cambiario les favorece a ellos y eso les permite comprar más, pues a eso es a lo que vienen muchos de los visitantes, a adquirir productos artesanales mexicanos”, dijo.
Los gastos que efectúan, sobre todo en la zona turística de Tijuana, principalmente la emblemática avenida Revolución, aunque los comerciantes reconocen que no se han disparado de manera notoria, se han mantenido en su nivel y tendido a la alza.
Sin embargo, para Rubén, barman de una de las cantinas más concurridas de la Plaza Santa Cecilia, aún en zona turística y rodeada de comerciantes artesanales, la disparidad monetaria no les ha beneficiado en mucho.
“A esta hora ya la barra de esta cantina debería estar llena, y mira, sólo tenemos un parroquiano y aquellos tres que se ven al fondo; quién saber por qué razón, pero de un tiempecito para acá, con eso de lo del dólar, ya no tenemos tantos clientes”, aseguró.
Un solitario cliente, aparentemente local, bebe tranquilamente una cerveza, en una barra en la que generalmente, en el pasado inmediato, se han sentado a degustar una bebida algunos clientes estadunidenses y de los que ahora no hay ninguno.
Sin embargo, los puestos de antojitos que rodean tal bar, se encuentran abarrotados de familias aparentemente connacionales que habitan en Estados Unidos, pues a su lado mantienen un mariachi, y en otro más allá, una banda de tambora.
Decenas de turistas deambulan de la avenida Revolución a este lugar de Santa Cecilia, curioseando entre los diversos puestos de mercadería como sarapes, jorongos, guitarras, sombreros, souvenirs con la leyenda “Tijuana”, y varios más, en actitud indecisa.
Otros más, simplemente observan y pasean tranquilamente; entre los turistas que pasean en parejas de dos o tres, también sobresalen los visitantes de origen oriental, a los que caracteriza su afición por la toma de fotografías a lugares y transeúntes.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos (Canaco-Servytur) de Tijuana, Gilberto Leyva Camacho, lamentó que a la restricción de la importación de automóviles usados se sume ahora el alza del dólar que ha frenado las ventas.
El también ex presidente de la Asociación de Autos Usados de Tijuana, dijo que la baja en las transacciones comerciales de este sector se redujo hasta 70 por ciento, por la combinación entre la disparidad de la moneda y la importación restringida.
Además, la competencia desleal con la venta clandestina de automóviles, mantienen a este sector sumido en la incertidumbre, lo que ha contribuido también a la baja de las ventas de automotores usados.
Leyva Camacho consideró que alrededor de 70 por ciento de las negociaciones de a este giro comercial perteneciente a la Canaco, han cerrado sus puertas y el restante 30 por ciento sufre los embates del alza del dólar por la falta de clientes.
Respecto del pago del arrendamiento de inmuebles, en esta frontera es común su cobertura en dólares, y alrededor de 80 por ciento de los comerciantes adscritos a la Canaco rentan los locales donde tienen sus establecimientos y pagan en moneda estadunidense.
Dijo que esta situación les ha perjudicado enormemente, y aunque los términos del arrendamiento es un pacto comercial entre arrendador y arrendatario, estos últimos siempre exigen el pago en dólares.
Rosa María Lozano vive en un pequeño departamento situado en céntrica zona de la ciudad, cerca de su trabajo; mes con mes, tiene que cubrir la renta que pactó desde un principio, a través de su contrato, en dólares.
Aunado a que cuando se acerca la fecha del pago del arrendamiento tiene que acudir generalmente a las casas de cambio para realizar la transacción de pesos a moneda estadunidense, la disparidad entre el peso y dólar ha puesto en aprietos su economía personal.
“Estoy pensando seriamente en dejar mi departamento, aunque queda cerca de mi trabajo, pero no puedo estar todo el tiempo con la incertidumbre de a cómo me va a salir cada mes el pago de la renta, porque me está saliendo muy caro”, expuso.
Los residentes fronterizos que cruzan a realizar compras a Estados Unidos, ahora ya no lo hacen como antes, “nos acostumbramos a comprar cosas del “del otro” lado, hasta las frutas y la ropa, y ahora tendremos que hacerlo en México, caro y en ocasiones malo”.