El Air Force One aterrizó en la base militar belga de Melsbroekel, Bélgica, llevando consigo al presidente estadounidense Donald Trump, acompañado por su esposa Melania. Trump llegó de El Vaticano, donde por la mañana conversó con el papa Francisco.
La visita del mandatario a Bélgica se realiza en el marco de su primera gira internacional en la que se reunirá con los líderes de la Unión Europea para intentar convencer a la OTAN de sumarse a la coalición antiyihadista
El Primer Ministro belga, Charles Michel, dio la bienvenida a pie de pista al Mandatario estadounidense, con quien mantendrá una reunión de trabajo durante la tarde después de un encuentro entre Trump y los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde.
Los encuentros cruciales en Bruselas llegarán no obstante mañana jueves, cuando se reúna durante la mañana con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y su homólogo del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker.
Las divergencias a ambos lados del Atlántico en temas como los acuerdos de libre comercio o la lucha contra el cambio climático son profundas y los europeos esperan además esta reunión para conocer la política de Trump respecto a la Unión Europea (UE), después que calificara de “antro” a Bruselas antes de su elección.
Además, el Presidente estadounidense auguró antes de asumir el cargo que otros países europeos seguirían los pasos de Reino Unido tras el Brexit, antes de desdecirse meses después y felicitar a la UE por lograr mantener su unidad.
Durante la tarde, Trump intentará convencer a sus socios de la OTAN de aumentar su gasto militar nacional y a unirse formalmente como organización a la coalición internacional que lucha contra los yihadistas del Estado Islámico en Siria e Irak.