Tropas afganas entran en Kunduz, talibanes en retirada

KABUL, Afganistán (AP) — Las fuerzas del gobierno afgano entraron antes del amanecer el jueves en la estratégica ciudad de Kunduz, que había caído ante talibanes esta semana, y forzaron a los insurgentes a retirarse en fieros combates callejeros aún en marcha.

Pero pese a las rápidas declaraciones de las autoridades sobre que se había liberado buena parte de la ciudad, para el mediodía los vecinos que seguían en Kunduz refugiados en sus hogares dijeron que todavía se oían explosiones y disparos en el exterior.

La caída de Kunduz en manos talibanes fue un gran revés para las fuerzas del gobierno afgano, que han tenido problemas para hacer frente a los insurgentes con ayuda limitada de las tropas estadounidenses y de la OTAN. El contingente internacional pasó a asumir un papel de instrucción y apoyo al final del año pasado, tras la retirada de sus fuerzas de combate de Afganistán.

Los talibanes negaron haber perdido la ciudad, y su portavoz Zabihulá Muyahid afirmó el jueves que seguía en su poder, y “la bandera talibán sigue ondeando” sobre Kunduz.

La operación para recuperar la ciudad comenzó el miércoles por la noche cuando tropas de tierra salieron del aeropuerto de Kunduz, donde se habían congregado tras la caída de la ciudad, para llegar a Kunduz por carreteras minadas por los insurgentes, indicó un portavoz del Ministerio del Interior, Sediq Sediqqi.

“La ciudad se tomó a las 3:30 de la mañana” del jueves, indicó Sediqqi, aunque admitió que la operación “para despejar la ciudad sigue en marcha” y podría llevar varios días.

El vocero indicó a Associated Pres que en la batalla para recuperar la ciudad norteña participan ejército y policía, y que se habían retirado barricadas colocadas por los talibanes en las carreteras para impedir movimientos. Los vecinos recibirán pronto suministros básicos como alimentos y medicinas, añadió.

Unos 200 combatientes talibanes murieron, añadió, sin dar cifras de bajas del gobierno.

El jefe de policía de Kunduz, Sarwar Husaini, señaló que había cuerpos de combatientes talibanes tendidos en algunas calles, pero que la operación de limpieza era complicada porque algunos milicianos se habían ocultado en viviendas particulares.

Había combates callejeros y disparos en algunas calles, según vecinos de la ciudad.

“Continúan los intensos combates en las calles de la ciudad”, señaló Zabiulá, un residente en Kunduz que vive cerca de la plaza principal y que, como muchos afganos, prefiere utilizar sólo un nombre.

“La situación es muy crítica, y va a peor, y acabo de oír una enorme explosión de una bomba cerca de mi casa”, dijo a AP por teléfono desde su casa.

Otro vecino, Hamidulá, dijo que había intensos enfrentamientos en la zona de Juya Mashad, unos 200 metros (218 yardas) al norte de la plaza. “Todo el mundo sigue bajo techo, pero sigue habiendo disparos esporádicos”, comentó. “Hay explosiones, pero no sabría decir si son bombas lanzadas desde los aviones que oigo en el cielo, o cohetes”.

Era difícil determinar en un primer momento qué partes de la ciudad controlaban las fuerzas afganas. La caída de Kunduz en manos talibanes, que comenzó el lunes con un ataque coordinado, tomó por sorpresa al gobierno y a sus agencias militares y de inteligencia.

Tropas afganas respaldadas por ataques aéreos estadounidenses se reunieron el miércoles a las afueras de la ciudad y en el aeropuerto de Kunduz para preparar lo que se esperaba fuera una larga y difícil campaña para expulsar a los talibanes.

El presidente, Ashraf Ghani, se ha visto muy criticado por la pérdida de la ciudad. Esta semana se dirigió a la población en la televisión nacional para asegurar que se recuperaría Kunduz.

Pero el daño a su reputación estaba hecho. El jueves por la mañana, cientos de personas se reunieron ante el palacio presidencial en Kabul exigiendo su renuncia.

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Los periodistas de Associated Press Amir Shah y Humayoon Babur en Kabul, Afganistán, contribuyeron a este despacho.

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