Durante su transición energética, México debe cuidar aspectos como la inversión pública y la seguridad energética, ya que de estos dos aspectos se desprenderán los pasos necesarios para garantizar una energía eficiente y limpia.
Así lo señalaron los especialistas Thomas Heller, Gaël Giraud y Juan Carlos Belausteguigoitia, al participar en la mesa redonda sobre la transición energética en México en la Residencia de Francia.
Durante su intervención, el jefe de la junta y asesor técnico de Climate Policy Initiative (CPI) Thomas Heller, destacó el liderazgo de México en ese camino desde hace 25 años, lo que le ha llevado a alcanzar los acuerdos señalados en la COP21 de París.
Sin embargo, advirtió que a pesar de los grandes avances que ha iniciado a través de su reforma energética, es indispensable que el país establezca bien la participación de la inversión privada para darle al sector energético el dinamismo que requiere.
En pocas palabras, es necesario cambiar y reestructurar los esquemas energéticos, de transporte y producción de energía, aprovechando la experiencia que pueden ofrecer los especialistas en inversión privada.
De esta manera se puede dar el soporte necesario para transitar de fuentes altamente contaminantes a fuentes eficientes y que implica incluso re imaginar y considerar los distintos riesgos de mercado como la reducción de fuentes fósiles económicas, la variación del precio de las divisas y la necesidad de una creciente energía verde.
Al respecto, el director del Centro de Energía y Recursos Naturales del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Juan Carlos Belausteguigoitia, advirtió que a pesar de que en el país se plantea la necesidad de una transición energética, aún no se define cual fuente podría ser la más importante o eficiente para alcanzar dicha meta.
Ante ello se debe considerar, además de una inversión privada, garantizar la seguridad energética, que no es otra cosa sino tener la garantía de que el país cuente con energía suficiente, de manera eficiente y limpia.