QUITO, Ecuador (AP) — Miles de trabajadores e integrantes de organizaciones sociales protagonizaron el jueves una marcha de protesta en contra de un proyecto de reformas constitucionales impulsadas por presidente Rafael Correa en que se restringen derechos laborales y se faculta la reelección indefinida del presidente y todos los cargos de elección popular.
La protesta, que en términos generales fue pacífica, se cumplió en ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca en medio de consignas de rechazo a las reformas constitucionales que el gobierno pretende que sean aprobadas por la asamblea, dominada sólidamente por el partido oficialista Alianza País.
Se pudieron ver carteles como “el pueblo exige archivo de las enmiendas”, “rechazo a las enmiendas” y “fuera Correa fuera” en medio de gritos contra el mandatario.
La marcha terminó al frente de la Asamblea, que se encontraba fuertemente custodiada por cientos de policías y donde se produjeron incidentes.
Frente al palacio de gobierno, cientos de simpatizantes del gobierno se reunieron en medio de un festival musical, en respaldo del régimen.
Entre los temas a los que se oponen los sindicalistas están que los trabajadores estatales pasarían a ser regidos por el código del trabajo, pero sin derecho al contrato colectivo.
El asambleísta Ramiro Aguilar, independiente aunque simpatiza con el centro político, en medio de la marcha dijo que “vemos a los ciudadanos que quieren decirle a la Asamblea que retire las enmiendas, son un disparate, innecesarias, absurdas. SI fueran necesarias merecerían un debate, pero son innecesarias”.
Añadió que “la mayoría de esta asamblea está más sorda que las paredes de la asamblea, por eso no escuchan el clamor popular”.
Esta es la décimo segunda jornada de protesta que realizan los trabajadores en contra de las políticas laborales y económicas del gobierno del presidente Rafael Correa, quien inició su gestión en enero del 2007 y debe terminar su mandato en el 2017.
Mesías Tatamuez, uno de los máximos dirigentes del Frente Unitario de Trabajadores, la mayor organización laboral en el país, dijo a la AP que con esas reformas “están violando los derechos de los trabajadores, están violando los acuerdos internacionales de la Organización Internacional del Trabajo. El gobierno nos trata como a ciudadanos de segunda”.
“Queremos que se archiven las enmiendas, que se acabe la criminalización de la organización sindical, que legislen para el pueblo, queremos un pacto nacional frente a la crisis económica que pasa nuestro país”, dijo.
Añadió que “dicen que es un gobierno de socialistas, de izquierda, pero en realidad son enemigos de los trabajadores, eso no entendemos”.
La Asamblea está dominada por legisladores del partido oficialista Alianza País y no se prevé ningún obstáculo para la aprobación de tales reformas, que también incluyen la rebaja de 35 a 30 años para ser presidente, y la movilización de las fuerzas armadas en tareas de seguridad interna, entre otras.
La oposición señala que cualquier reforma constitucional únicamente se puede realizar a través de una consulta popular.