La principal ciudad afectada es Neuquén, ubicada en la Patagonia, extremos sur argentino, donde en apenas unas horas llovió el equivalente a las precipitaciones que se registran por año en la región.
Los efectos de la tormenta, que comenzó el domingo y aún no cesa, fueron más fuertes ahí porque las comunidades no estaban preparadas para evitar las inundaciones. En varios barrios hubo que evacuar a entre mil 500 y dos mil personas.
Este lunes las calles de dicha ciudad amanecieron anegadas, por lo que la gente incluso salió en lanchas para poder acudir a los campamentos de emergencia que se instalaron.
La vicegobernadora Ana Pechen informó que la presidenta Cristina Fernández le llamó para solidarizarse y apoyar a los ciudadanos de Neuquén, y garantizó que hemos superado con éxito el momento crítico de la tormenta”.
Otras provincias afectadas, aunque con menor intensidad, fueron Río Negro, Mendoza, Córdoba y Santa Fe, en donde se mantiene el alerta porque se prevé que las tormentas continuarán.