En la madrugada del martes una fuerte tormenta de nieve dejó sin energía eléctrica parte de la Costa Atlántica del país; además a su paso creó condiciones peligrosas en las carreteras.
Autoridades locales que trataban de evitar un desastre como el de febrero de 2014 cuando una tormenta a la hora de más tráfico dejó una capa de hielo en las carretas que causó que cientos de personas quedaran atrapadas y abandonaran sus vehículos en Atlanta y Raleigh pidieron a la población no salir a las calles en varios estados. Sin embargo, se reportaron choques debido al pavimento resbaloso.
Escuelas y oficinas permanecieron cerradas, mientras que las fallas en la electricidad afectaban especialmente las Carolinas y el estado de Georgia; también se cancelaron cientos de vuelos.
En Durham, North Carolina, numerosas carreteras seguían cubiertas de nieve, una señal de que la población prestó atención a las advertencias.
Se esperaba que en el sur de Carolina del Norte cayera más de medio centímetro de nieve y hielo, mientras para el noreste del estado se pronosticaba casi 10 centímetros de nieve y aguanieve.
En Washington, donde cayó lo que se considera la peor tormenta de la temporada invernal, se registró la caída de entre cinco y 15 centímetros de nieve (de 2 a 6 pulgadas), dijo Andy Woodcock, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología.
“Claramente es menos grave que lo sucedido en Boston, pero es la mayor cantidad de nieve que he visto en una sola tormenta”, dijo.
El gobierno federal mantuvo cerradas sus oficinas en el área de Washington para el personal no esencial. El primer cierre del invierno presuntamente causaría que miles de personas no salieran a las valles durante el martes.
La tormenta se desplazó inicialmente a través de Arkansas y Kentucky dejando caer nieve, aguanieve y una lluvia helada que causó apagones, choques leves y otras molestias.
La lluvia helada alcanzó zonas tan al sur como Mississippi. En Virginia se informó de más de 500 choques y el gobernador Terry McAuliffe declaró el estado de emergencia. Más de 125 integrantes de la Guardia Nacional tenían como misión ayudar a automovilistas que se quedaran varados, además de limpiar escombros dejados por la tormenta.