Un anciano que le disparó en la cabeza tanto a su nieto como a la novia de éste, hiriéndola fatalmente, creía que la pareja se estaba aprovechando de su madre enferma para vivir en su casa, reveló el nieto herido en una entrevista publicada el domingo.
Heriberto Pagan, de 86 años, huyó en su automóvil y se suicidó de un disparo en la cabeza a unas calles de distancia, informó la policía. Fue encontrado muerto fuera del vehículo.
Michael Feliciano dijo al diario Daily News desde la cama de un hospital que su novia, Claritle Huerta, le llamó cuando él iba a casa el viernes por la tarde. Agregó que su novia le dijo que su abuelo ya estaba allí y que quería hablarle. Llegó a la casa minutos después.
“Abrí la puerta y eso fue todo”, contó al diario.
La policía dijo que Pagán les disparó con una escopeta a la cabeza, tomó su automóvil, condujo unas pocas cuadras y se suicidó con el arma. Fue encontrado en el suelo fuera del vehículo con un disparo en la cabeza. La mujer murió en la casa.
Feliciano, Huerta y su hijo de 4 meses vivían en una casa de Staten Island propiedad de la madre enferma de Feliciano, quien se mudó a otro lugar. Pagán creyó que la pareja se aprovechaba de ella y animó a su hija a que los desalojara, según Feliciano.
El anciano no aceptó las garantías de su nieto de que había superado su drogadicción, agregó Feliciano.
“No se olvidaba del pasado”, afirmó Feliciano, de 47 años, quien conoció a Huerta, de 28 años, durante un programa de rehabilitación para drogadictos hace tres años. “No olvidaba fácilmente las cosas”.
Los vecinos dijeron que el abuelo y su nieto se enfrentaban con frecuencia.
“Eran gritos y gritos siempre que estaban juntos”, dijo John Reina.
El pequeño hijo de la pareja fue encontrado ileso dentro de la casa tras el tiroteo. El niño quedó bajo resguardo de la Administración de Servicios Infantiles.