El enfrentamiento armado ocurrió la noche del miércoles en la propiedad de un colono brasileño en el distrito de Azotey, Concepción, a 376 kilómetros al norte de Asunción.
La identidad del colono no fue revelada debido a que su hijo de 16 años fue capturado por los rebeldes, que lo usaron como escudo humano, hasta adentrarse en un bosque. “Unos 15 intrusos, que para nosotros son terroristas, ingresaron a la finca y tras robar alimentos y algunos objetos de valor se enfrentaron con un grupo de militares que llegó luego de ser alertado por vecinos”, declaró el coronel Héctor Grau en conferencia de prensa en la ciudad de Concepción.
Grau confirmó que los rebeldes fallecidos son Bernardo Bernal, de 20 años, y Claudelino Silva, de 22. El militar muerto es el sargento Hugo Monges, de 21 años. El presidente Horacio Cartes elogió en su cuenta de Twitter “la rápida reacción de las fuerzas de seguridad en el ataque terrorista de un grupo criminal en Concepción” pero lamentó que haya habido “pérdida de vidas humanas”.
En tanto, el ministro del Interior Francisco de Vargas comentó en una reunión con periodistas que “es la primera vez desde que el EPP (Ejército del Pueblo Paraguayo) opera en el norte del país que dos de sus integrantes mueren en un enfrentamiento con las fuerzas del orden”. Por la captura de Bernal existía una recompensa de más de 100.000 dólares porque era considerado uno de los nuevos jefes de la organización terrorista, añadió.
Militares y agentes especiales de la policía ingresaron al bosque de la zona con la intención de atrapar a los atacantes y liberar al adolescente retenido. “El colono brasileño -cuyo hijo fue llevado a la fuerza- no es una persona rica, así que creemos que no existe un secuestro con fines de extorsión, sino simplemente lo usaron como escudo humano”, comentó De Vargas.
Las estadísticas policiales indican que este fue el ataque 85 del Ejército del Pueblo Paraguayo, que comenzó en 1997 operando en el norte del país como una banda de asaltantes de bancos y financieras. A partir de 2008 se hizo conocer como un grupo guerrillero y desde entonces, como consecuencia de sus ataques a puestos policiales, militares y haciendas, ha matado a tres militares y 13 policías.