BUENOS AIRES (AP) Los vientos de cambio que se avecinan en Argentina con un inminente nuevo gobierno, también podrían alcanzar al fútbol si el opositor Marcelo Tinelli vence al oficialista Luis Segura en elecciones el jueves que arrojarán un nuevo presidente del fútbol nacional.
Tinelli, el animador más popular de la televisión argentina, representa la cara visible de un cambio en las estructuras del balompié. Segura, proveniente del riñón de la dirigencia pura, fue hombre de confianza de Julio Grondona, fallecido en julio de 2014 después de 35 años de ser amo y señor de las principales decisiones en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), además de ser vicepresidente de la FIFA.
La muerte de Grondona dejó un vacío de poder en una AFA vista con sospecha por algunos tras el escándalo de corrupción que explotó en la FIFA. Segura ha negado que esa entidad tenga vínculo alguno con los actos ilícitos que se atribuyen a altos dirigentes del organismo rector del fútbol mundial.
Si Tinelli gana las elecciones habrá puesto fin a una etapa del “grondonismo”, tal como acaba de hacer el conservador Mauricio Macri cuando venció en comicios para la presidencia de la nación al oficialista Daniel Scioli después de 12 años de gobiernos “kirchneristas”: uno de Néstor Kirchner (2003-2007) y dos de su viuda Cristina Fernández (2007-11 y 2011-15).
Partidario de un cambio radical en las estructuras del fútbol, en principio Macri le dio su respaldo a Tinelli, pero al parecer las relaciones se enfriaron cuando en octubre el animador invitó a Scioli a cerrar su campaña electoral en su programa de televisión ShowMatch, que ven millones de argentinos.
Segura, de 73 años, completó el mandato de Grondona tras su muerte y se diferencia de Tinelli, de 55, por su mayor experiencia en el fútbol ya que hace unas cuatro décadas que es dirigente de Argentinos Juniors, al cual en la actualidad preside.
Pero Tinelli no es un improvisado en el mundo del balompié: fue defensor en divisiones menores de los clubes Defensores de Belgrano y San Telmo, relator radial de fútbol en sus comienzos como periodista y desde hace tres años es dirigente de San Lorenzo, club del que es hincha el papa Francisco y del que el conductor es su vicepresidente.
Tanto Tinelli como Segura coinciden en la necesidad de un reordenamiento económico de los clubes, con sus arcas en general vacías, generar recursos de la publicidad que están muy poco explotados y colaborar a fondo en la erradicación de la violencia que impide la presencia de público visitante en las canchas.
El mayor interés de los clubes es saber cómo será el reparto del dinero del programa estatal Fútbol para Todos, con transmisiones gratuitas de todos los partidos a cambio de fuerte ayuda financiera.
“La gente ya se expresó con un cambio a nivel país y también quiere un cambio en el fútbol”, destacó Tinelli. “Del otro sector también se habla de cambio pero hace más de un año que están…”.
Segura suele jactarse de su trayectoria en el fútbol ya que “hice todas las divisiones inferiores como dirigente” y dice que “lo más importante es entender que los problemas del fútbol son de toda la dirigencia y no de un presidente iluminado”.
El nuevo presidente de la AFA para el periodo comprendido entre diciembre de 2015 y octubre de 2019 será elegido por 75 dirigentes del fútbol, 30 de ellos representantes de los clubes de primera división.
Cada voto es secreto por lo que habrá que ver si en el cuarto oscuro se mantienen prometidas adhesiones a cada uno de los candidatos.
Tinelli y Segura dicen contar con la simple mayoría de votos para el triunfo y en general los sondeos anticipan una elección bastante pareja. El comicio se realizará en el anochecer del jueves en el predio donde se concentran las selecciones nacionales, en la vecina ciudad de Ezeiza.
Un ejemplo de una eventual paridad es el apoyo que hicieron público los dos clubes más populares del país, enemigos desde su nacimiento mismo: Boca Juniors anticipó su voto para Segura y River Plate para Tinelli.
Esta elección se perfila en las antípodas de lo que sucedió durante la era Grondona, quien ganó todos los comicios por unanimidad y sin candidato opositor desde que se sentó por primera vez en el trono de la AFA en 1979.
Al respecto hubo una excepción cuando en 1991 el ex árbitro Teodoro Nitti enfrentó a “Don Julio” y sacó un solo voto: el suyo.