El tifón Goni golpeó con fuertes vientos e intensas lluvias las islas de Okinawa, en el sur de Japón, tras dejar al menos 15 muertos y varios desaparecidos en el norte de Filipinas. Entre las víctimas filipinas hay docenas de mineros que vieron sus campamentos sepultados por un enorme deslave en un pueblo de montaña.
Durante la noche, ráfagas de viento récord de 256 kilómetros por hora volcaron autos y derribaron postes eléctricos en la remota isla nipona de Ishigaki, cerca de Taiwán, indicaron medios japoneses. Algunas personas sufrieron cortes por ventanas rotas. La tormenta, con vientos sostenidos de 180 kilómetros por hora (112 millas por hora), se dirigía al norte hacia Kyushu, la isla principal de la zona sur de Japón
En Filipinas, Goni descargó intensos aguaceros durante tres días en las montañas del norte y después golpeó los anegados pueblos de las tierras altas con fuertes vientos, provocando deslaves, según las autoridades.